UN DÍA COMO CUALQUIER OTRO
Las nubes oscuras, prados húmedos y viento agresivo son características que inundan este día.
El tema de las clases suele ser de carácter importante pero lamentablemente el mayor distractor del día, el clima impide concentrarnos.
Chaquetas, suéter y hasta paraguas invaden las instalaciones de nuestra institución. El ambiente se pone un poco tenso pues la paciencia de aquel maestro que expone sus conocimientos e ideas llega a su limite, sus gestos nos recuerda a un personaje ilustre “cuchilla” que plasma un reconocidísimo escritor.
La impaciencia de nuestro profesor es producto al irrespeto que dice sentir por la falta de atención de sus alumnos. Es una actitud un poco aceptada, la justificación de dicho comportamiento por los aprendizajes es originado no solo por el clima sino por la ansiedad de darle gusto a nuestro paladar.
Minutos mas tarde intentábamos adaptarnos a la sustanciosa clase, cuando de pronto el maestro procede a dar la orden de la hora del receso.
Frente al aula de clases se encuentra la cooperativa, sillas blancas paredes azules y un encerrado y brillante suelo caracterizan este arquitectónico lugar, todo parece indicar que es un lugar tranquilo.
La cooperativa cuenta con 4 mesas rimax y sus respectivas 4 sillas, tres de estas están ocupadas; de repente aparece una mujer de baja estatura, rubia y ojos oscuros y un extravagante maquillaje.
Se acerca a ellos
¿En que les puedo servir?
¿Que van a tomar?
- gracias cafecito caliente para todos
- OK con mucho gusto
En la otra mesa hay dos estudiantes sentados temblando del frió, se acerca una de las empleadas de la cooperativa un poco ofuscada e intercambian pocas palabras pero de una manera muy grotesca.
- mire chicos aquí estoy perdiendo venta desocúpeme la mesa
- si señora pero…
- pero nada
- es que tenemos frió y esta lloviendo
- ese no es mi problema vallasen
Los dos estudiantes es decir mis compañeros se revelan y murmuran
- vieja desgraciada al cementerio no te haz de llevar todo esto.
La empleada puede que sea muy apuesta pero lo cierto es que de valores y principios esta vacía, pues la ambición resulta ser el dominante ya que mí su propia presentación personal le preocupa. Esta situación es un poco contradictoria a lo que realmente afecta es la sociedad estudiantil.
